Real Estate

El sector inmobiliario es inherentemente cíclico y requiere un uso intensivo de capital, lo que requiere agilidad estratégica para gestionar estructuras financieras complejas, ciclos de vida de activos a largo plazo y exigencias regulatorias cambiantes. Ya sea en desarrollos residenciales, comerciales, industriales o de uso mixto, las empresas inmobiliarias se enfrentan a numerosos desafíos, desde afrontar las fluctuaciones del mercado y la volatilidad de las tasas de interés hasta gestionar las restricciones a la inversión extranjera, las leyes de zonificación y las implicaciones fiscales asociadas a la propiedad y las transacciones inmobiliarias.

A medida que las empresas se expanden internacionalmente, deben abordar el cumplimiento tributario multijurisdiccional, la estructuración de entidades y la elaboración de informes financieros para fideicomisos de inversión inmobiliaria (REIT), proyectos de desarrollo o carteras de arrendamiento. La contabilidad inmobiliaria puede ser especialmente compleja debido a los diversos plazos de reconocimiento de ingresos, las valoraciones de activos y el tratamiento de los impuestos diferidos, la depreciación y los instrumentos financieros vinculados a la construcción o la financiación de deudas. Los inversores y las partes interesadas exigen cada vez más transparencia, previsiones precisas e informes alineados con los criterios ESG, lo que ejerce una presión adicional sobre los controles internos y los marcos de gobernanza.

Nuestro equipo apoya a promotores, operadores y vehículos de inversión inmobiliarios con servicios que aportan claridad financiera y control estratégico. Desde auditoría y asesoramiento en valoración hasta estructuración internacional, planificación fiscal y soluciones de procesos de negocio, ayudamos a optimizar el rendimiento durante todo el ciclo de vida de los activos. Ya sea que gestione adquisiciones, ejecute desarrollos a gran escala o se encuentre en transición a nuevos mercados, le proporcionamos la perspectiva regulatoria, financiera y estratégica necesaria para impulsar el crecimiento, reducir el riesgo y aumentar el valor de los activos en un entorno inmobiliario global dinámico.